Uno de los servicios más innovadores que se ofrecen actualmente en las clínicas dentales es el rejuvenecimiento facial con ácido hialurónico.
El ácido hialurónico es un elemento que genera el propio cuerpo humano y posee la propiedad de captar agua hasta mil veces su peso. Esta propiedad permite que el tejido conectivo quede mucho más hidratado ayudando a evitar la sequedad de la piel o de las mucosas. La edad hace que el nivel de ácido hialurónico vaya bajando y que aparezcan arrugas y cueste más que las heridas cicatricen.
En la consulta del dentista, el ácido hialurónico puede usarse para:
- Embellecimiento de la sonrisa a través del tratamiento de labios
- Disminución de arrugas faciales
- Rellenar zonas de pérdida peribucal en tratamientos con prótesis e implantes
- Revitalización de tejidos
- Tras una cirugía bucal, puede ayudar a cicatrizar las heridas y reparar y regenerar las encías y mucosa bucal
Los efectos pueden durar entre 3 y 9 meses, dependiendo de la presentación del producto utilizada. Actualmente es uno de los productos de relleno más seguros que se pueden encontrar en el mercado. Tiene pocas contraindicaciones, como por ejemplo enfermedades cutáneas, diabetes o enfermedades auto-inmunes.